El laminado en caliente es un proceso de formación de metales utilizado para dar forma y deformar metales a altas temperaturas. Es uno de los procesos metalúrgicos más comunes y ampliamente utilizados para producir varios productos metálicos con diferentes formas y dimensiones. En el laminado en caliente, el metal pasa a través de una serie de rodillos mientras se calienta a una temperatura alta, generalmente por encima de su temperatura de recristalización. Los metales primarios que se someten a laminación en caliente incluyen acero, aluminio y otras aleaciones.
El proceso de laminación en caliente consta de los siguientes pasos:
1. Calentamiento: el metal se calienta en un horno a una temperatura superior a su temperatura de recristalización. Esta temperatura varía según el tipo de metal y sus elementos de aleación. El calentamiento es esencial para hacer que el metal sea más maleable y reducir su resistencia, lo que le permite moldearse más fácilmente durante el laminado.
2. Laminado: El metal calentado luego pasa a través de una serie de rodillos en un laminador. El tren de laminación puede tener varios rodillos dispuestos en una secuencia específica, cada uno realizando una tarea específica en el proceso de deformación. Los rodillos ejercen presión sobre el metal, haciendo que se deforme y cambie de forma a medida que pasa por el molino.
3. Reducción de espesor: A medida que el metal pasa por los rodillos, sufre una deformación plástica, provocando una reducción de espesor y un aumento de longitud y anchura. El grado de reducción del espesor depende del espesor inicial del metal y del espesor final deseado.
4. Conformación: Los rodillos del tren de laminación pueden tener varios perfiles para lograr formas específicas en el producto final. El metal se puede enrollar en láminas, tiras,
placas,
barras y otras formas estructurales.
5. Enfriamiento y procesamiento posterior: después del laminado en caliente, el metal generalmente se enfría de manera controlada para estabilizar su microestructura. Dependiendo de los requisitos del producto final, se pueden realizar más pasos de procesamiento, como corte, doblado y tratamiento de la superficie.
El laminado en caliente se usa ampliamente en la producción de diversos productos metálicos, incluidas placas de acero, láminas, barras, rieles y secciones estructurales. Ofrece varias ventajas, como propiedades mecánicas mejoradas, mejor acabado superficial y tasas de producción más rápidas en comparación con otros procesos metalúrgicos como el laminado en frío. Sin embargo, requiere una energía sustancial y tiene limitaciones para producir formas complejas con tolerancias precisas, que se logran mejor a través de otros métodos de formación, como la forja o la fundición.